El desarrollo del niño mediante el juego. Segundo y tercer nivel

En el segundo nivel de juego se despierta la necesidad de ser activo y se empieza a desarrollar la imaginación. Es en esta etapa cuando los juegos son la imitación de acontecimientos rutinarios que los niños observan en su entorno cotidiano. Por esta razón, es de vital importancia dejar que los infantes jueguen activamente y no se conviertan en espectadores pasivos. He aquí otra advertencia en contra de pasar horas viendo la televisión, el aparato del espectador, en edades tan tempranas.

La transición al tercer nivel de juego de los niños entre cinco y siete años se caracteriza en que el estímulo para jugar ya no es el adulto activo o los objetos encontrados, sino vivencias, imaginaciones, preferencias e historias. Ya consulta con otros, se prepara, recoge. Las acciones están enfocadas a algún fin, se reparten papeles y funciones (El teatro de marionetas que la maestra infantil había representado en los últimos días es montado por los propios niños).

Las percepciones de los sentidos nos ponen en contacto con la procedencia y el origen de las cosas. Por eso se da especial importancia a la calidad de las telas, de los materiales, etc. Los sentidos de los niños están abiertos, profundamente impresionables.

El aspecto de la insinuación, que es completado por la fantasía infantil, desempeña un papel importante en la muñeca. Ella es la imagen de la persona, tiene que ser capaz de mostrar tristeza y alegría, cariño y lágrimas. Una muñeca es capaz de todas las manifestaciones vitales, puede dormir, comer y ser cuidada, y siempre es suave y blanda.

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