Los juguetes de los años 70

juguetes-anos-70-clasicos-espana

Los juguetes de los años 70

Cada año al acercarse las fechas navideñas, la publicidad de juguetes vuelve a tomar las pantallas de television. Unos juguetes muy diferentes a los que tuvimos en nuestra niñez, pero que de algún modo nos retrotraen a esa etapa de nuestra vida en la que todo era más sencillo.

Ya no podemos escuchar la pegadiza melodía que rezaba “Las muñecas de Famosa se dirigen al Portal”, pero seguimos recordando aquellas muñecas como si las tuviéramos en nuestras manos. Y es que Famosa era una marca que año tras año nos sorprendía con nuevos modelos, tantos, que hasta podían montar un desfile hacia el portal de Belén..

Uno de ellos era el añorado Barriguitas, que en su momento fue todo un éxito, y que mantuvo su reinado a pesar de la dura competencia de otro pequeño bichillo como Baby Mocosete, al que su eterno resfriado nos obligaba a limpiarle la nariz a todas horas.

Pasada la etapa de las cocinitas y los bebés, llegaban las muñecas un poco más adultas, algunas de las cuales parecían, por aquel entonces, eternas e imposibles de destronar pero de las que ya no queda ni rastro.

Es el caso de nuestra querida Nancy, que con el paso de los años fue viéndose superada por aquella versión rubia y neumática llamada Barbie, con la que actualmente se identifica a las chicas que tienen esa apariencia.

Los niños de hoy en día estimulan sus reflejos con las videoconsolas, pero en aquella época teníamos que hacerlo con el Tragabolas. ¿Y quién dice que era menos divertido?

¿Y lo de jugar a médicos? ¿Dónde ha quedado? Hasta los 10-11 años lo hacíamos con el “Operación”, donde al pobre paciente se le encendía la nariz si el pulso nos temblaba más de la cuenta, aunque a partir de esa edad, el juguete quedaba aparcado y lo de jugar a médicos cobraba un significado bien distinto…

Sin lugar a dudas aquellos juguetes de los 70 eran el reflejo de una época mucho más ingenua que la actual. Cuando echamos la vista atrás y recordamos las sensaciones que cada uno de ellos nos provocaba, sentimos un poquito de lástima por no poder hacer partícipes a nuestros hijos de aquellos valores que hoy en día parecen totalmente inexistentes.

De aquellos juguetes apenas queda rastro más que en algunos anticuarios o con un poco de suerte, en algún antiguo diván. Pero la felicidad que fueron capaces de transmitirnos, esa… nos acompañará siempre.

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *