Se acerca la época de las comuniones, y en los hogares donde los más pequeños participan de esta celebración los preparativos no cesan.

Mucho ha cambiado el concepto de la Primera Comunión, que durante generaciones ha sido considerado como el día más feliz de la infancia, a pesar de que se trataba de una ceremonia modesta. Así, lo que en los años sesenta y setenta se solventaba preparando un frugal refrigerio, con pasteles para los niños y café para los mayores, y con regalos sencillos acordes a la edad del homenajeado, a día de hoy se traduce en un festejo que en poco se diferencia de los fastos de una boda.

Sin embargo, hay una costumbre que perdura; la de regalar una muñeca como recordatorio del evento.

Ciertamente, en un mundo donde los pequeños disfrutan de móviles, tablets y otros artilugios sofisticados y caros desde los once o doce años, pudiera parecer que regalar muñecas está fuera de lugar, pero nada más lejos de la realidad; la tradición de obsequiar en este día tan especial con una muñeca que reproduzca el atuendo de los pequeños, y que sirva de recordatorio de tan señalada fecha, se sigue transmitiendo de padres a hijos.

Y lo que es más: se trata de un sector en auge; toda firma muñequera que se precie, tiene muñecas de comunión en su catálogo, y cada año la demanda es más fuerte.

Lo que sí ha cambiado, no obstante, es el concepto de “modelo único” que parecía imperar.

A día de hoy, contamos con muchos tipos de muñecas de comunión; grandes, pequeñas, con mecanismo, de trapo, de diseño… La oferta es muy amplia.

Para cubrir ese catálogo con información detallada, en Mundo Diversal nos hemos propuesto hablaros de las características de cada marca y modelo.

Y vamos a empezar con estas pequeñas maravillas de Arias.

MUÑECAS DE COMUNIÓN DE ARIAS: LA DULZURA HECHA GESTO

Lo primero que podemos decir de estas pequeñas bellezas de Onil es que miden 42 centímetros de altura. Están realizadas 100% en vinilo de primera calidad, y tienen un molde de carita absolutamente delicioso.

Estas muñecas, que cuentan con el aval que supone la trayectoria de una firma seria como Arias, se presentan en varios modelos de cabello y vestidos, y además ofrecen un extra: se pueden adquirir con y sin mecanismo.

En efecto, una variante con la que cuentan es la posibilidad de adquirirlas con funciones de luz y sonido. Las muñecas dotadas de mecanismo, portan una vela en una de sus manitas, la cual se enciende, y cantan una canción.

Sin duda, la delicadeza con la que están trabajadas estas pequeñas obras de arte de Onil las hacen merecedoras de ser ese recuerdo que se conserve durante décadas después del día de la Primera Comunión.

Todo un acierto para un evento tan señalado.