Cómo limpiar el biberón
Antes del primer uso del biberón siempre es recomendable esterilizarlo como método de prevención y seguridad. Después, a no ser que el pediatra encargue específicamente esterilizar siempre los biberones, puedes esterilizarlos cada dos o tres tomas. Lo que si es imprescindible es lavarlos minuciosamente. La forma de limpiar los biberones más efectiva y usual es con agua y jabón.
Justo después de la toma, se ha de limpiar el biberón para evitar que los residuos de la leche se adhieran al recipiente y generen bacterias y microorganismos. Cada una de las partes del biberón (recipiente, tetina y tapa) deberán limpiarse por separado con agua caliente y lavavajillas. Límpialas minuciosamente y acláralas con abundante agua. Puedes utilizar un detergente especial para biberones o el lavavajillas que utilices en casa.
Una vez hayas limpiado cada una de las partes del biberón con agua y jabón, es recomendable que utilices cepillos especiales para limpiar el biberón. Con las escobillas para biberones podrás llegar a todas aquellas partes que no pudiste limpiar en el paso anterior. Insiste, sobre todo, en la rosca del biberón y en los bordes interiores tanto del recipiente como de la tetina.
Cuando todas las partes del biberón estén bien secas, ya puedes guardarlas en un lugar seguro y limpio. Es muy importante que no guardes el biberón montado, es decir, guarda las piezas separadas.
¡Y listo! Ya tienes el biberón de tu bebé bien limpio y listo para prepararlo para la próxima toma. Si tu bebé es recién nacido, ahora es el momento de esterilizar el biberón, justo después de limpiarlo minuciosamente.
Deja un comentario