Los Reyes de nuestro Omar le traen un Caballito Balancín de Madera con Ruedas

Hola amig@s y seguidor@s. En mi decimotercer artículo os quiero enseñar los reyes de nuestro pequeño Omar.

Antes de seguir me gustaría presentaos a nuestro tercer hijo de 13 mesecitos, precioso como sus hermanitos Miguel y Antonio de 17 y 10 años de edad respectivamente. Ahí podéis ver a Omar montado en su caballito balancín con ruedas, sonido y movimiento.

No sólo soy coleccionista y amante de las muñecas, también soy madre, esposa y ama de casa. Tengo que decir que antes de reyes, en el cuarto aniversario de Diversal gané un bono valorado en 50€ y fue destinado a pedir a los reyes este precioso caballito para Omar. Nuevamente doy las gracias por este premio a Diversal y sus sorteos.

Este caballito de madera mide 77x72cm. Con un acabado excelente reposa sobre un balancín de 4 ruedas, además tiene sonido y movimiento.

Su cuerpo está forrado en peluche y con unos acabados realistas como los caballos de verdad, como detalles tan típicos como son la montura, los estribos, pañuelo vaquero al cuello y riendas. Además tiene dos mangos de madera a cada extremo del cuello del caballo para que el niño se coja como si de una bici se tratara. Algo muy importante es el sistema de seguridad en la caja de las pilas, incorporado en la parte de abajo del caballo más difícil de encontrar para un niño.

En la montura lleva sus espuelas como las de verdad para que el niño repose sus pies. En las orejas lleva dos modos de sonido, en una al presionarla suena una canción de cowboy y en la otra efectos de sonido como el trote y relincho del caballo, además tiene movimiento de boca y cola al compás de la melodía. El soporte del caballo es un balancín con ruedas fabricado en madera y acero. El niño decide que modo quiere para su juego.

Un precioso caballito de los de toda la vida pero bastante mejorado para pasar interminables horas de juego con nuestros hijos. Estamos encantados porque Omar tiene caballito para rato, para divertirse muchos años de su infancia y un buen amigo de juegos. Lo recomiendo 100% tanto en entretenimiento como calidad.

Nunca un caballo de madera y balancín con ruedas fue tan completo, ¡Lo que hubiese disfrutado yo y mis hermanos con uno así! Sólo pensarlo me llega la nostalgia de mi niñez…

Lo que más me gusta de estos caballitos (lo digo en plural porque hay más modelos y colores) es que han mejorado mucho el juguete. Le han añadido dispositivos de sonido y movimiento de boca y cola, pero el niño tiene que seguir usando su imaginación para jugar con él, por ejemplo: una bonita historia con su caballo paseando por el lejano Oeste. Tiene que desplazarse con ayuda de sus pies para hacer rodar el caballito o mover su cuerpo para balancearse, así que aparte de desarrollar su imaginación, el peque hace ejercicio y eso es muy importante para un niño en pleno crecimiento de cuerpo y mente.

Todos estos detalles que hacen mejorar éste juguete son apreciaciones que los padres valoramos mucho. Valores que a día de hoy con tanta tecnología al alcance de nuestros hijos  parece que se van perdiendo y es muy importante tenerlos en cuenta a la hora de escoger juguetes o guiar a nuestros para que los escojan.

Aquí os pongo un collage con el caballito de Omar para que podáis apreciar el juguete completo con los diferentes puntos que os he ido detallando más arriba. Sus agarres de madera, sus espuelas para colocar sus pies, su preciosa cola con movimiento al igual que la boca, su precioso pañuelo atado al cuello y los botones en ambas orejitas que están en dirección al niño, cosa muy importante para los más pequeños, que sea fácil de ver y rápido al presionar. Los colores de su cuerpo son semejantes a los de los caballos de verdad y su tacto es muy suave.

En resumen un lujo de caballo con balancín de madera de los de toda la vida pero bastante mejorado.

Para terminar os pongo una fotografía de nuestro Omar montado en su caballito de madera y ahí podéis ver lo que refleja su carita, la felicidad que todos hemos expresado a su edad disfrutando de un buen juguete. La felicidad e ilusión de los niños es la alegría y satisfacción de los mayores.

Espero que os haya gustado este nuevo artículo y de paso conozcáis a nuestro pequeño de la casa. No os perdáis el video que viene a continuación y lo disfrutéis tanto como nosotros, sus padres.

Antonio y Monica. Realmente lo pasamos bomba con los juegos de nuestros hijos y os puedo asegurar que son momentos únicos de su infancia. Nuestras vidas que jamás volverán. Vivamos con ellos horas, minutos y segundos que éstas etapas pasan rápido y son realmente preciosas. Os lo puede asegurar una madre de tres hijos.

Autora: Mónica González

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Cada vez resulta más difícil encontrar a chavales correteando en las plazas y calles de nuestras ciudades y pueblos, y es que los niños del siglo XXI juegan mucho menos al aire libre que sus predecesores.

La disminución de entornos adecuados para el juego, la invasión del espacio público por los automóviles, el sobreproteccionismo paterno, la aparición de los juguetes digitales y la escasez de tiempo libre de menores y adultos son algunas de las causas que han conducido a esta situación.

Los niños cada vez tienen menos tiempo para jugar, ya que el colegio y las actividades extraescolares ocupan gran parte de su período de ocio. Además de esto, un tercio de los menores se divierte exclusivamente con videojuegos y otros aparatos electrónicos, lo que propicia un aislamiento social preocupante.

Según algunos expertos, la mayoría de los niños juega casi exclusivamente con miembros de su familia o compañeros de clase. Además, debemos tener en cuenta que solo tienen acceso a estos últimos durante las horas lectivas, lo que limita profundamente el tiempo y el espacio de ocio fuera del círculo familiar.

Los vecinos, antaño los principales compañeros de juego de los más pequeños, se han convertido ahora en extraños para la mayoría de los niños que, además, jamás juegan en la calle.

El enclaustramiento infantil producido en los últimos años ha privado a los chavales de una actividad tan natural en la niñez como es jugar al aire libre. Esta es una de las más agradables y divertidas que un niño puede realizar, resultando además muy beneficiosa para el buen desarrollo de los más pequeños, quienes necesitan potenciar sentidos como la vista, el olfato y el oído así como habilidades tales como la destreza, la agilidad y la capacidad espacial.

Pero los beneficios del juego en el exterior no terminan aquí, ya que esta actividad nos ofrece una ocasión única para que salten, corran, chillen y se desahoguen, tanto mental como físicamente, lo que traerá a los chicos y chicas grandes beneficios. Así, los niños que cuentan con más tiempo de ocio en el exterior sufren menores problemas de obesidad, amén de acostumbrarse al ejercicio físico y a los hábitos saludables de vida como son la práctica de deportes. En el plano psicológico las actividades en el exterior permiten a los infantes desarrollar mejor su personalidad al ayudar a evitar sentimientos negativos como la angustia, la agresividad y la ansiedad.

Por ello resulta muy recomendable que tratemos de potenciar en los más pequeños los hábitos de juego fuera del hogar. Una buena forma de hacerlo es acercarse con ellos, desde que son bebés, a los parques infantiles para que se relacionen con otros niños del entorno.

Además, debemos ser conscientes de que el tiempo de ocio es tan importante para el desarrollo de los menores como el que éstos dedican a formarse académicamente, ya que el juego ha sido concebido de manera natural como un momento de aprendizaje y experiencia muy importante para el desarrollo físico y psicológico futuros.

No obstante, no siempre es posible llevar a los niños al campo o al parque para que jueguen y se relacionen. La ajetreada vida moderna exige a los adultos muchas horas diarias que, habitualmente, nos impiden dedicarnos con más atención a nuestros hijos. Sin embargo no debemos olvidar lo importante que es dicha actividad para ellos, por lo que debemos tratar de imponernos una rutina por el bien de los más pequeños y, cuando las circunstancias lo permitan, dejar más autonomía a los menores.

Además, algunas personas cuentan con espacios exteriores en sus hogares que podrían ser aprovechados para el uso de los niños, nunca como sustitutivo del juego en la calle pero si como complemento. Las terrazas amplias y seguras, los patios, los jardines y las fincas de las casas son a menudo olvidados y dejados al margen del disfrute infantil.

Para sacarles mayor partido existen juguetes de diversos tipos, como toboganes, casitas o balancines que nos permiten acondicionar los espacios exteriores de nuestra vivienda para los pequeños de la casa.

En definitiva, hacer que los niños lleven una vida alejada del sedentarismo y el aislamiento social es cosa de los adultos, quienes deben ser conscientes de la importancia que tiene cubrir esta necesidad en el desarrollo posterior de los menores.

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