Paseo con Nancy entrada del Otoño

Paseo con Nancy entrada del Otoño

Comenzamos la semana inaugurando el otoño con un paseito acompañada de  Nancy María y Neus, ya podemos apreciar la caída de algunas hojas otoñales.

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Esta tarde la conversación y disfrute de María y Neus es sobre el paisaje otoñal que se aprecia en su paseo.

Ya están preparadas con sus ropas y mini botas para un otoño algo loco, como todos para no variar, ya que hemos tenido las primeras lluvias y bastante frío en distintos puntos del país. Los armarios aún permanecen con diferentes cambios manga, corta para el medio día y manga larga para esas tardes y noches fresquitas.

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Maria y Neus hacen una parada de su paseo, Neus coge una hoja seca del suelo y María, muy contenta, alza su mano anunciando que el otoño ya ha llegado.

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Siguiendo con su paseo Neus le susurra a María que observe como empiezan a madurar algunos frutos del tiempo como …

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Las aceitunas, que van engordando y madurando para su recolecta en los meses de Octubre, si es de verdeo, y las demás entre Noviembre, Diciembre y hasta Enero ¡Qué recuerdos cuando niña! Junto con mi Madre llevaba la merienda a mi Padre y hermanos y pasábamos un día entre lumbre calentándonos y recogiendo algunas aceitunas con la única intención de poder ayudar a mi familia sabiendo ya que esa recolecta vendría bien para tener aceite el resto del año, conservas de aceitunas machadas y guisadas ¡Qué ricas! Recuerdo como al final de la recolecta mis padres hacían una pequeña hucha para nuestros regalos de reyes, aunque en esos momentos yo solo entendía que era una hucha para pasar un año mejor. Después de muchos años, en mi adolescencia, ya mis hermanos me explicaron que esos ahorros de recolecta iban una parte para nuestros reyes, porque mis padres siempre, aún siendo nosotros ya mayores, querían mantener en la familia la magia de las Navidades y los Reyes magos, quedando un zapato y un baso de leche con galletas para sus majestades. Ahora continuo yo esa magia con mis tres niños, es algo precioso que pasa de generación en generación.

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Otro de los frutos que Maria y Neus van contemplando en su paseo son las bellotas. También me traen muchos recuerdos de cuando salíamos en grupo de catequesis y ya bien maduras las bellotas nos sentábamos a descansar debajo de una encina que estaba repleta, ¡Qué ricas y dulces! Incluso nos llevábamos un puñadito para casa. En el brasero de picón mi padre me las asaba como las castañas. Unos recuerdos imborrables en mi memoria y que seguro que más de uno de vosotros habréis vivido en esas tardes de otoño.

María y Neus siguen caminado, admirando el precioso paisaje, diferentes arboles con sus tempranos frutos.

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María llama a Neus porque le resulta pesado caminar sobre las hojas, ramas muertas caídas que están por el suelo, Neus se gira y observa como María va agarrada a un palo que hace de bastón para ayudarle a seguir la caminata por el campo.

¡Ésto también me recuerda a mi! jajaja. Soy bastante patosa para ir por el campo, recuerdo que en una excursión del colegio subimos por la sierra y a la subida necesité ayuda de la profesora pero la bajada, con el vértigo, la bajé a gatas agarrándome a las hiervas jajajja. Mi clase se partía de risa al verme bajar, pasé algo de vergüenza pero al final mis compañeros me animaron diciéndome que era única caminado por el campo, nos echamos todos a reír. La profesora nos ánimo para hacer el juego de bajada a gatas, a ver quién era más rápido, yo no gané pero las risas de esa tarde jamás las olvidaré.

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Neus llama a María para que vaya un poco más rápida, sino se les hará de noche, pero María observa como se mueven las hojas del suelo y escucha un ligero ruido. ¡Ufff, yo ya habría salido pitando! jajaja, le temo al bichito más pequeño, los reptiles me encogen el estómago, no puedo ni mirarles, osea que María ya es más valiente que yo quedándose a observar qué criatura camina bajo las hojas.

Y recordar que los chicos de mi clase se ponían las lagartijas de pendientes jajaja ¡Qué miedo! Y después salían corriendo detrás de las chicas ayyyy que carreras en llano me eché para salvarme de estos reptiles, ¡Lo que hace el miedo! jajaja

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Por fin llegamos a unas piedras, María le dice a Neus que estaba deseando sentarse a descansar un rato y que al paso que va María el camino se ha hecho más largo. ¡Cómo cansa el campo! Pero la satisfacción de respirar aire puro y admirar la preciosa naturaleza hace que renovemos energías para seguir con la rutina del día a día.

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Después de un descansito María y Neus se marchan para casa, cansaditas pero relajadas por disfrutar de pura naturaleza. En el camino de vuelta el vecino de una huertecilla les regaló una calabaza que ya va apeteciendo, calentita, fritita con aceite, orégano, pimentón y azúcar ¡Para chuparse los dedos! Como dicen en mi pueblo.

Cada estación del año tiene su encanto y yo las disfruto todas, si nos paramos a pensar todas nos aportan algo bueno.

Espero que tengáis un buen otoño y disfrutéis de paseos como el de María y Neus en el campo, es lo más sano que tenemos en nuestro entorno, cuidemos y respetémoslo.

Feliz Otono 2015.

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