Los comienzos de año siempre vienen cargados de propósitos, uno de los más comunes es ponerse a dieta y bajar esos kilitos de más que en el periodo navideño hemos ganado. El ejercicio y las rutinas saludables ayudan a bajar de peso pero no sirven de nada si no le acompaña una dieta equilibrada y lo que es más importante, hecha a medida para cada persona y cada metabolismo.

Recientemente y gracias a un estudio sobre las 10 dietas más sonadas del 2014 del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), se asegura que la dieta Perricone, supuestamente la dieta de la Reina Letizia, es una de las mejores dietas para adelgazar pues prima la salud ante la perdida de peso. La dieta Perricone tiene 2 versiones, una de 28 días y otra de 3 con efecto « flash ». En este tipo de dieta se busca combinar los alimentos adecuadamente, potenciar unos y disminuir otros para controlar la oxidación de las células, prevenir afecciones y en general proporcionar una alimentación saludable exenta de alimentos que puedan llegar a ser conflictivos con nuestro metabolismo.

Si quieres leer el artículo completo sobre este tema, por favor visita el siguiente enlace: Pincha aquí

Puede que te interese uno de nuestros artículos más útiles y leídos de nuestra categoría de dietas, tiene que ver con perder peso según tu tipo de cuerpo, un punto muy importante a la hora de valorar qué tipo de dieta debemos empezar a practicar.

Recuerda que a la hora de ponerse a dieta es indispensable informarse muy bien y visitar a un médico, nutricionista o una autoridad en la materia que te pueda dar consejos profesionales, un desorden en el metabolismo o un pequeño desequilibrio en nuestro cuerpo puede causar enfermedades futuras con soluciones costosas y nada cómodas. Lo importante a la hora de seguir una dieta es nuestra fuerza de voluntad y ser constante, esto depende sólo de cada uno de nosotros.

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Cada día son más los materiales que se solicitan para que el niño lleve a su colegio, lo que hace que el peso de las mochilas, en muchas ocasiones sea realmente excesivo y que a largo plazo pueda traer muchos problemas en los hombros y en la espalda de los niños.

Por todo eso es importante que al momento de comprar una nueva mochila, se tenga en cuenta el tamaño y el propio peso del niño para que este no sufra dolencias. Según dicen los expertos, el peso de las mochilas no debe superar el 10% del propio peso del niño, esto quiere decir, que si el niño tiene un peso de 25 kg, su mochila no puede pesar más de 2,5 kg, algo que sabemos que es muy difícil de cumplir y que la mayoría lleva más peso en sus mochilas.

Para evitar todo este tipo de problemas, es bueno que haya una comunicación entre los padres y los profesores con el fin de que todo el material que no sea necesario llevar del colegio a casa se quede allí evitando así tener que trasladarlo todos los días y que los niños vuelvan a casa sólo con el material necesario para hacer las tareas escolares durante esa jornada.

Durante una época se pusieron de moda las mochilas con ruedas que hacían que el peso de las mochilas en vez de ir en los hombros o en la espalda fuera en el carrito, sin embargo, este diseño también puede traer problemas a futuros ya que los niños deben de tirar de ella haciendo que si no se tiene la medida adecuada su espalda se comience a curvar teniendo también dolores de espalda y un posicionamiento incorrecto en su postura a la hora de caminar.

Para poder cargar el peso de las mochilas correctamente, se deben usar mochilas que tengan correas anchas y acolchadas. Son mucho mejores las mochilas con dos correas ya que permiten que el peso de reparta. Para que no haya problemas en la espalda, es recomendable que el niño haga ejercicio y que pueda fortalecer todos los músculos de la zona.

Es responsabilidad de los padres supervisar el peso de las mochilas y evitar que estén con ellas durante más de 15 minutos en sus espaldas. Como siempre, la elección de la mochila es algo fundamental, que además del propio diseño de la mochila en cuanto a sus dibujos y colores debe tener determinadas características para evitar que el peso de la mochila termine afectando la espalda del niño.

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Dentro de las infinitas propuestas dietéticas a la hora de adelgazar (o incluso con el fin “solo” de llevar una alimentación saludable) la que se lleva la palma en la actualidad y desde hace unos años en nuestro entorno son las dietas hiperproteicas. Te lo conté en cierta medida en este post y cuestioné su necesidad en este otro. Necesidad, me refiero a que a día de hoy, la población general ya realiza un consumo de proteínas muy por encima de las necesidades o de las recomendaciones.

Sea como fuere, al final a quienes nos toca de vez en cuando contestar a las preguntas de diversos medios de comunicación al respecto de diversos planteamientos dietéticos, cuando nos ha tocado hablar de los riesgos asumidos cuando se cuestionan las dietas hiperproteicas casi de forma indefectible ha salido a relucir el aumento del riesgo de la patología renal ante este tipo de planteamientos hiperproteicos.

También es cierto que cuando se nos ha preguntado al respecto de las evidencias en las que poder justificar esta advertencia nos quedábamos un tanto en blanco. Veamos, es algo similar a cuando a alguien se le pregunta sobre la efectividad de los paracaídas para evitar lesiones cuando se salta desde alturas importantes… el hecho es que no hay demasiadas evidencias desde el punto de vista científico. Nadie, afortunadamente, se ha encargado de realizar un estudio de intervención ytirar a 400 personas desde un avión (200 con paracaídas y 200 sin él) para luego certificar las diferencias entre las lesiones y los fallecimientos en uno y otro grupo. En este caso, el de los paracaídas, la cosa es tan de cajón, que no hacen falta estudios clínicos de intervención (aquellos que aportan una alta evidencia) para contrastar la bondad del uso del paracaídas en las caídas desde alturas importantes. Te sugiero que no te pierdas este artículo en el que se cuestiona este tema de los paracaídas y la evidencia de la bondad de su uso. Interesante, divertido y, sobre todo, instructivo.

Pues en el caso de la enfermedad renal parecido. La cosa era, o es, tan de cajón que tampoco hace falta cogérsela con papel de fumar: el exceso de proteínas se elimina a través de los riñones, a más proteínas más eliminación y más, por tanto, riesgo de sobrecargar su funcionalidad llegando al punto de comprometerla. No harían falta, en principio, demasiados estudios para llegar a esta conclusión.

Pero afortunadamente para quienes nos dedicamos a esto de vez en cuando salen a la luz estudios que sí cuestionan estas, otra vez en principio, realidades ¿inevitables?. La semana pasada se publicó una revisión sistemática y metaanálisis (esa clase de estudios que aportan la máxima evidencia científica) que observó esta cuestión: ¿Cómo se afecta la función renal cuando se siguen distintos patrones dietéticos en lo que respecta al aporte de proteínas?

En el estudio titulado Comparison of High vs. Normal/Low Protein Diets on Renal Function in Subjects without Chronic Kidney Disease: A Systematic Review and Meta-Analysis (Comparación de dietas con alta cantidad de proteínas frente a aquellas con cantidad normal o baja en la función renal en sujetos sin enfermedad renal crónica: una revisión sistemática y meta-análisis) se abordó esta cuestión y se llegó a la siguiente conclusión:

Las dietas hiperproteicas se asociaron con un aumento de la tasa de filtración glomerular [un dato que explica el “mayor” trabajo de los riñones], de urea sérica, de la excreción urinaria de calcio y de las concentraciones séricas de ácido úrico.

Algo que cabría esperarse… más “deshechos” igual a más trabajo para aquellos sistemas fisiológicos encargados de deshacerse de los “deshechos”. Pero la cosa no acaba aquí, la conclusión del estudio continua del siguiente modo:

A la luz del alto riesgo de enfermedad renal entre los obesos, los programas de reducción de peso que recomiendan dietas hiperproteicas, especialmente de origen animal, deben ser observados con precaución.

Y esto, queridos lectores es especialmente importante cuando se tienen en cuenta las advertencias que desde las más implicadas sociedades sanitarias especializadas en estas cuestiones se nos hacen llegar al respecto de la enfermedad renal.

Así, desde la Sociedad Española de Nefrología (SEN) se destacan y advierten algunas cuestiones importantes al respecto de la patología renal, por ejemplo que:

Según el reciente estudio EPIRCE, el 9,2% de la población adulta en España padece una enfermedad renal crónica (ERC) y un 6,8% insuficiencia renal. Por tanto, y en total, unos 4 millones de españoles sufrirían hoy alguna enfermedad renal, unas cifras que, para el presidente de la SEN, “suponen sólo la punta del iceberg, pues entre el 12% y el 15% de la población del país tendría en estos momentos problemas renales sin diagnosticar, desconocidos incluso para el propio paciente, que correría el riesgo de desarrollar lesiones cardiovasculares o el de llegar a fases avanzadas de esta patología, que conllevarían la necesidad de diálisis o trasplante.

En similares términos se expresa la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitariacuando dice:

Un número importante de pacientes con ERC está sin diagnosticar

Así pues, ante la hiperproteica realidad de nuestro tiempo en el que ya incluimos más proteínas de las que indican todas las recomendaciones; ante la presión de hacer más hiperproteica nuestra existencia; ante lo apremiante de dietas adelgazantes que ponen el acento en esta cuestión yante la evidencia con la que hoy ya contamos (más allá incluso de lo que dice la lógica) te queda a ti por decidir: ¿vas a bailarle el agua a todos aquellos que te proponen una mejora de la salud o te fían el éxito de un programa de adelgazamiento a través de una dieta hiperproteica?

Yo, desde luego, no.

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Imagen: Maggie Smith y  Anusorn P nachol freedigitalphotos.net

Vía

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Todas las personas hemos nacido con una predisposición genética lo que no da la forma de nuestro cuerpo, estas formas o contexturas del cuerpo se llaman somatotipos. 

A veces ciertas personas pueden encajar en todas las características como también encajar en un solo tipo.
Los somatotipos están clasificados en los siguientes:
El endomorfo: tiende a almacenar más grasa que los otros tipos y tienen problemas en mantenerse. Tienden a ser más redondos y de baja estatura, pero puede ganar músculo más fácilmente pero también pueden engordar fácilmente. La pérdida de grasa es más dificil en este tipo de cuerpo, es de metabolismo lento y hombros anchos.

• Para adelgazar: Deben comer cinco o seis comidas pequeñas, principalmente de proteína magra y verde verduras, cada pocas horas durante el día. Una combinación de entrenamiento con pesas de ritmo rápido y 30 minutos o más de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada todos los días se necesitan para quemar más calorías. Hacer ejercicio y comer a primera hora de la mañana puede ayudar a acelerar el metabolismo en el primer momento.
• Entrenamiento: Cardio, pesas para conseguir tonificación muscular, debe controlar el consumo de calorías, la cena debe ser ligera.

El mesoformo: es de estatura mediana y musculosa, es de complexión atlética y de músculos definidos, es naturalmente fuerte, gana músculo fácilmente pero puede engordar o adelgazar con facilidad, es de hombros anchos.

• Para adelgazar: Deben también deben comer seis comidas pequeñas ricas en proteínas para ayudar a mantener la energía y la masa muscular. Por otra parte, se deben comer hidratos de carbono más complejos que los hidratos de carbono simples, y no consumir más de 20 o 30 % de grasas diariamente. Sin embargo, deben evitar la pereza con el ejercicio y mantener a raya la comida chatarra, ya que pueden ganar ese peso de nuevo casi tan rápidamente como lo perdieron.
• Entrenamiento: Cardio y pesas variadas.

El ectomorfo: son principalmente personas altas y delgadas que tienen un metabolismo rápido, esto los lleva a tener problemas para ganar peso y músculo. Deben tener cuidado cuando se trata de perder peso, ya que eliminar demasiadas calorías puede causar que se queme la grasa en los músculos en un grado mayor que otros tipos de cuerpo.

• Entrenamiento: Se deben realizar ejercicios musculares bajo la guía de un entrenador o profesional médico. Deben tratarse de ejercicios con peso, breves y de alta intensidad, debe enfocarse en grandes grupos musculares.
• Alimentación: Deben comer una alimentación sana y equilibrada, con un alto contenido en proteínas y carbohidratos complejos y rica en frutas y verduras frescas, también debe evitarse la comida chatarra. Debe comer por lo menos 5 veces al día, y comer antes de dormir para evitar catabolismo muscular.

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Ir al gimnasio es duro. Requiere mucho esfuerzo y 45 minutos de ejercicio solo suponen el equivalente calórico de dos pintas de cerveza. Perder peso así es una mierda y agota, así que muchos han optado por la “malla supralingual”, lo último en alternativas para perder peso. Esta técnica se practica principalmente en Sudamérica y consiste en coser un trozo de malla de plástico a la lengua de los pacientes con seis puntos.

El paciente tiene que pasar un mes con la malla en la boca. Desde el primer día, resulta increíblemente doloroso comer algo sólido, así que los pacientes se ciñen a una estricta dieta a base de líquidos, como caldo, batidos, zumos y sopa. El precio de coserse la malla en la boca durante un mes es de tan solo 600 dólares. ¿El resultado? Perder casi 14 kilos en 30 días.

El Dr. Raúl Góngora es el padre de la criatura. Este médico afincado en Tijuana dio con la idea hace 16 años y, según afirma, ha colocado la malla a miles de pacientes cada año sin ningún problema. Su amigo y compañero, el Dr. Leonel González, también realiza las mismas intervenciones en Bogotá, aunque primero probó la malla él mismo: nos asegura que perdió algo más de 18 kilos. La técnica aterrizó recientemente en EUA, donde ha levantado una gran polémica. Algunos pacientes tienen dificultad para hablar y dormir y otros médicos opinan que es una forma extremadamente poco saludable de perder peso. Hablamos con el Dr. Góngora, el inventor de la malla adelgazante, y su compañero, el Dr. González, firme defensor de este tipo de cirugía.

VICE: ¿Cómo empezó el proceso?

Dr. Raúl Góngora:los mexicanos se preocupan más por el presente. La obesidad es un problema muy grave que se debe a la falta de disciplina. Este método es un freno físico y psicológico.

La malla ha llegado a los EUA de la mano del cirujano plástico de Beverly Hills Nikolas Chugay, aunque parece tener mayor arraigo en Sudamérica.

Las intervenciones del Dr. Chugay suponen una amenaza para la población de los Estados Unidos, ya que mi método todavía no ha sido aprobado por la FDA.

¿Cuáles son los datos demográficos de sus pacientes?

Nuestros pacientes tienen entre 12 y 80 años; el 80 por ciento son mujeres y el 20 por ciento, hombres.

¿Cuánto cuesta el procedimiento?

Es muy barato, entre 600 y 900 dólares, asequible para todos los bolsillos. No entiendo que médicos como el Dr. Chugay se aprovechen de nuestro invento para cobrar hasta 3.000 dólares.

¿Es una intervención polémica? ¿Hay consecuencias o dolor a largo plazo para comer?

No. Al contrario, el paciente se desintoxica y sigue la dieta recomendada. No sufren desnutrición ni complicaciones.

¿Qué opina sobre ir al gimnasio y seguir una dieta de forma disciplinada, en comparación con su forma de abordar el problema?

Creo que perder peso con métodos como este requiere menos esfuerzo. Ayudan a seguir la dieta sin saltársela.

¿Qué diría a la gente que piensa que no es un buen método?

Si nuestra técnica no funcionara o no diera buenos resultados, la habría abandonado hace años.

VICE: ¿De qué está hecha la malla?

Dr. Leonel González:Está fabricada con un material sintético hipoalergénico, bioinerte, biológicamente compatible y que no reacciona a las estructuras anatómicas.

¿Hay efectos secundarios?

Los efectos secundarios dependen principalmente de tres factores:

Primero: el médico debe averiguar si existen alergias o patologías obstructivas. Segundo: explicar [a los pacientes] con detalle qué hace la malla adelgazante y qué no hace, en qué consiste y cuáles podrían ser los resultados en cada caso específico. Tercero: debe hacerse un seguimiento semanal estricto durante el tiempo que el paciente lleva la malla y dos mensuales después de la intervención.

Aunque el paciente debe comer al menos cinco veces al día, algunos se saltan esta norma porque no tienen hambre y, como consecuencia, se dan algunos casos de niveles bajos de azúcar en sangre.

También debe incorporarse una dieta a base de líquidos para obtener los mejores resultados posibles. Esta dieta se compone de batidos altamente proteicos, ricos en vitamina C, bajos en calorías y naturales, con un máximo de 1.100 calorías al día. Se acompañan de suplementos naturales que ayudan a regular el metabolismo en general.

¿Es un procedimiento polémico? ¿Hay consecuencias o dolor a largo plazo para comer?

Todo lo que es innovador resulta inevitablemente polémico, más aún cuando se trata de salud. Si la malla no se coloca correctamente por un médico cualificado puede provocar dolor e incluso complicaciones a la hora de retirarla. Por eso es muy importante la elección del cirujano. No olvidemos que la lengua es uno de los músculos más fuertes del cuerpo, además de ser el órgano responsable del gusto y del acto de tragar.

¿Qué ocurre cuando se le quita la malla al paciente? ¿Se requiere algún procedimiento adicional?

Después de transcurridas entre cuatro y seis semanas (como máximo), se extrae la malla y se inicia un periodo de control de ocho semanas, en el que poco a poco corregimos los hábitos alimentarios del paciente. No hay que olvidar que el paciente necesita estar motivado y que el médico tiene que realizar un seguimiento. Eso es fundamental.

¿Qué diría a la gente que piensa que no es un buen método?

Les diría muchas cosas, porque en cuatro años he perdido más de 18 kilos gracias a la malla adelgazante. Haber perdido ese peso me ha permitido recuperar la salud y la autoestima. Esta situación duró cuatro años. Soy el más firme defensor de esta técnica, después de su creador. No cabe duda de que, después de más de 1.000 intervenciones, es el mejor método para perder peso de forma saludable sin necesidad de someterse a cirugía.

Vía: Vice

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