Plantas para cultivar en el mes de marzo

El mes de marzo es uno de los meses más especiales del año, durante este mes llega la primavera y eso se va notando en el tiempo y en el aumento de las horas de luz.

Uno de los efectos más notables de la primavera es que los parques comienzan a llenarse de color gracias a las flores y plantas. Si nos gustan las plantas podemos llevar un poquito de primavera a nuestro hogar, no hace falta disponer de un gran jardín para disfrutar de la belleza de las flores, una terraza o un pequeño balcón pueden convertirse en el lugar idóneo para nuestras plantas.

Si te gustan las flores con mucho colorido marzo es el mes idóneo para comenzar a plantar begonias, dalias, amapolas o ranúnculos entre otras. Para aquellos que no tienen demasiada mano con las plantas o que no disponen de demasiado espacio pero no quieren renunciar a la belleza de las flores, el mes de marzo es también ideal para plantar los pequeños pensamientos, aunque también durante esta época podemos comenzar ya a ver las petunias. En ambos casos se trata de plantas que aguantan muy bien y que no requieren de un cuidado excesivo, teniendo además unas flores muy vistosas y de múltiples colores.

Si tienes jazmines o geranios en casa, durante el mes de marzo comenzarás a ver las primeras flores. No obstante recuerda resguárdarlos de zonas donde puedan caerles heladas ya que hasta mediados de mayo es habitual que por las noches siga helando en gran parte de la península.

Los que tienen un pequeño huerto urbano en casa deben aprovechar el mes de marzo para ir plantando aquellas verduras y hortalizas que habrán de recoger en verano y otoño. En marzo podemos empezar a plantar un gran número de semillas, desde acelgas, hasta ajos, cebolla, tomate, pepino, pimientos, melón o espárragos entre otros. La primavera afecta también a la vida animal así que si tenemos un huerto urbano debemos estar al tanto para controlar que no haya plagas de babosas y caracoles.

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Primeros auxilios: envoltura de cebolla con bolsa de agua caliente. Técnica de aplicación: Se pica una cebolla a trozos pequeños y se envuelve en un pañuelo que se coloca sobre el oído dolorido, fijándolo con una toalla atada oblicuamente alrededor de la cabeza. Para aumentar el efecto se pone al niño con el oído enfermo tapado con la envoltura de cebolla sobre una bolsa caliente. El calor hace que los vapores curativos de la cebolla penetren con más intensidad en el oído. Al cabo de media hora retirar el envoltorio.

Si la envoltura de cebolla no proporciona alivio, lo que afortunadamente no ocurre muchas veces, se puede emplear el extracto de vid contra el dolor de oídos  friccionando con algunas gotas detrás y delante de las orejas. Eso también es válido para las sienes y la frente en caso de dolor de cabeza.

El dolor de oídos debido a resfriados también se puede tratar con infusión de hierbas. Se mezclan hiedra terrestre, salvia y milenrama en partes iguales. Con la infusión caliente de estas hierbas se enjuaga repetidas veces el oído.

Foto: Flickr de Flavio Dilello | plantas-especies.com

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