De pequeño nunca fui un estudiante modelo. No era de los niños que se pasaban media tarde delante de los libros. De hecho, y siempre según mis padres, me distraía con el vuelo de una mosca. Daba lo mismo que hubiera en la habitación o en la sala donde estuviera, yo terminaba distraído y olvidando aquello por lo que estaba ahí.

Parece ser que este “problema” es más común de lo que se piensa y hay mucha más gente que tiene serias dificultades para poder estudiar o concentrarse,por ello una empresa sur-coreana ha desarrollado la cabina para estudiar.

La cabina está desarrollada en madera lisa, den gracias que le hayan dado una mano de barniz, y dentro de ella no encontraremos nada más que aquello que sea imprescindible para el estudio. Tenemos una silla, que no me da a mi la sensación de mucha comodidad, una mesa con reposapies, menudo lujo, algún cajón donde guardar nuestras cosas “de estudio” y una bonita y maravillosa luz blanca para poder leer, algo importante si lo que se busca es estudiar. Todo ello por unos módicos 1.700 euros (2.000 dólares).

Y debido a sus medidas, lo justo para que quepa un niño o un adulto, no hay mucho sitio donde poder esconder algún comic o poder llevarse una bolsa de papas fritas que hagan nuestro suplicio estudiantil un poco más llevadero.

Reconozco que habrá a quien le sirva de ayuda a la hora de concentrarse y evadirse del mundanal ruido, pero llámenme mal estudiante si quieren, a mi me parece más el cuarto de los ratones al que castigaban hace tiempo o un confesionario reciclado. Aunque una vez lo dejemos de usar supongo que lo podríamos convertir en una sauna casera ¿no?

No se yo, estas cabinas de estudio ¿os parecen un buen invento?

Vía | Bebesymás