Sucedió allá por los ochenta, cuando la producción asiática comenzaba a invadir el mercado. Los precios baratos de los productos manufacturados en China, debidos al bajo coste de la mano de obra, propiciaron que muchas empresas quebraran. Y la industria juguetera no fue una excepción.

El Valle del Juguete, que había brillado con luz propia durante décadas, se enfrentaba así a sus horas más bajas. Muchas empresas hubieron de echar el cierre.

Una de ellas fue Vicma, la conocida marca de los años sesenta y setenta que nos ofreciera entonces muñecos como Patoso, Tumbelina o Fanny. Después de 27 años de actividad, cerró sus puertas para siempre. Y claro, muchos de sus trabajadores se vieron en la calle.

La cuestión era reinventarse, o lo que es lo mismo, aplicarse la máxima de «renovarse o morir». Y eso fue lo que hizo Carmen González, una de las trabajadoras de la firma, que puso en marcha su propio proyecto, creando así Muñecas D’Nenes.

Hoy, treinta años después, la marca puede presumir de haber hecho, de aquel desastre económico, una oportunidad de renacer con nuevas energías, de seguir llevando con ello el nombre de Onil a las cotas más altas.

Así, las muñecas D’Nenes son conocidas tanto en España como allende nuestras fronteras, portando la calidad por estandarte.

Una de las creaciones más demandadas y apreciadas dentro de su catálogo son las muñecas “Marieta”, cuyas caritas de delicadas facciones han conquistado el corazón de los más exigentes.

Se trata de una línea que tiene dos moldes: uno caucásico, y que nos presenta un rostro infantil que se muerde inocentemente el labio inferior, y otro de tipo oriental, con rasgos que evocan razas esquimales, amerindias o asiáticas. Ambos moldes están muy conseguidos.

Además, estas muñecas presentan tres tonos de piel distintos, lo que las diferencia de muchas otras marcas, que sólo se mueven entre la caucásica y la africana. En su lugar, D’Nenes nos ofrece una tercera opción, la de la muñeca mulata, que permite así reproducir razas como la vietnamita o la india.

Tienen, además, tres tonos de ojos: negros, avellana y azul acuoso. El cabello de estas muñecas puede ser castaño, negro, rubio o pelirrojo. También algunas llevan pecas.

Como se desprende de esta acertada oferta de variantes, D’Nenes se asegura así tener muñecas para todos los gustos.

Además, los vestidos de D’Nenes son conocidos por estar realizados como los destinados a niños de verdad, con todo tipo de detalles y tejidos de alta calidad.

Ahora D’Nenes lanza las ediciones especiales de estas muñecas, y cuya peculiaridad consiste en que pueden adquirirse sin ropa, para que así podamos elegir el conjunto D’Nenes que nos guste para la muñeca que más nos atraiga, evitando así tener que elegir una opción cerrada de muñeca-atuendo.

También es una buena alternativa para todos aquellos que disfrutan personalizando sus muñecas, realizando sus propios modelos.

En definitiva, una estupenda noticia para todos los amantes de las muñecas de calidad.

Tanto los papás y mamás como los coleccionistas más exigentes tienen motivos para estar de enhorabuena.

C. Chulián

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Una de las empresas del sector muñequero que han hecho grande el nombre de Onil es, sin duda, Muñecas Berbesa.

Esta firma colivenca se ha caracterizado desde siempre por tener un amplio catálogo de muñecas con estilos muy variados, así como por el cuidado que ponen en cada detalle.

En este año, Berbesa saca a la luz unos nuevos y delicados muñecos de 42 centímetros, que a buen seguro van a triunfar, como todo lo que hacen.

Los nuevos en la familia Berbesa se llaman Pau y Paula, unos bebés con caritas deliciosas y cuerpo blandito.

Impecablemente vestidos, como es habitual en esta marca, los pequeños Pau y Paula tienen la peculiaridad de poseer un mecanismo en su interior, el cual hace que el bebé llore cuando se le abraza. Esto los hace muy jugables, al tiempo que los abona al éxito, ya que entre el público infantil son tremendamente populares los muñecos con algún tipo de función. Por lo general, los muñecos que tienen algún dispositivo suelen ser menos realistas. El surgimiento de los bebés tipo reborn ha hecho que se deje de lado en gran medida el muñeco con mecanismo, pero Berbesa ha sabido combinar ambos estilos, con un resultado muy positivo.

En un sector en auge, como es el del muñeco bebé, la renovación constante se hace necesaria, y es por ello por lo que Berbesa, como la firma emblemática que es, nos obsequia cada año con novedades que hacen las delicias tanto de pequeños como de adultos.

No hay que olvidar que, por la tendencia iniciada con los reborns, cada vez hay más adeptos de los muñecos bebés, y que, debido a la gran competencia de este amplio mercado, es imprescindible reinventarse continuamente.

La particularidad de estos muñecos es que pueden competir sin complejos entre esa variada oferta, ya que les avala la calidad de Onil.

Sin duda, para los amantes de los muñecos bien hechos, es una buena noticia el lanzamiento de estas pequeñas joyas colivencas.

Zenda B. Austen

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Mide 22 centímetros y, aun siendo tan pequeña, ha suscitado gran expectación.

Hablamos de Luci, de Berjuán, una muñeca que ha salido este año entre las novedades de la marca, y que ha sido presentada en febrero en la Feria Internacional del Juguete.

Como sabemos, la firma Berjuán tiene ya a sus espaldas 42 años de trayectoria, si bien ha sido en los últimos años, con los cambios de la segunda generación, cuando más nos han sorprendido.

Ni que decir tiene que la calidad, durante estas cuatro décadas, ha sido impecable, pero más allá de eso asombran las novedosas apuestas a las que esta empresa familiar nos tiene acostumbrados en los últimos años.
Efectivamente, Berjuán se adentra sin complejos en los estilos más atrevidos y dispares, apostando por tamaños diferentes y conceptos estéticos totalmente diferenciados entre sí. Un buen ejemplo de ello es esta simpática pequeñina, de la que se han sacado seis modelos diferentes, y que vamos a analizar en este artículo.

LUCI, LA PEQUEÑINA DE BERJUÁN

La primera reacción al tener una de estas muñecas en la mano es sonreír. Eso de por sí ya es una buena presentación: Luci tiene una carita absolutamente adorable, pero también tremendamente original. Con su expresión de “patito” y sus ojillos de mirada curiosa, se nos antoja el personaje ideal para todo tipo de aventuras.

Como decíamos anteriormente, la firma ha sacado seis modelos diferentes de esta muñeca, combinando distintos colores de cabello, peinados y atuendos.
Así, tenemos muñecas rubias, castañas y pelirrojas, con pelo largo o corte francés, con vestidos elegantes o atuendos deportivos.

Especialmente llama la atención la versión de comunión, que se presenta en una bonita caja baúl que hace las veces de armario, y que trae un vestido adicional. Probablemente, sea la muñeca de comunión más pequeñita y adorable que hemos visto.

Una de las ventajas de esta muñeca es que es muy jugable, ideal para las manitas más pequeñas. Y todos sabemos, además, lo mucho que gusta en el entorno coleccionista una muñeca de reducido tamaño, quizás por lo inusual. ¿Se avecina nueva tendencia? Si es así, no puede tener mejor heraldo que Berjuán, que siempre se adelanta a todo.

C. Chulián

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El Valle del Juguete nos tiene acostumbrados a cosas como esta y, sin embargo, no deja de asombrarnos. Cada nueva temporada las novedades del sector muñequero superan la oferta de la anterior, así que los amantes de la muñeca de calidad tenemos muchos motivos para estar de enhorabuena.

Por poner un ejemplo, este año, y como viene siendo habitual, Berjuán nos ha sorprendido con todo un ramillete de novedades, tales como la pequeña Luci, de 22 centímetros, las espectaculares Biggers, una innovación que ya está traspasando fronteras, o las graciosas “My Girl”, unas muñecas de 34 centímetros a las que no les falta un detalle.

Y es de ellas, de las “My Girl”, de las que vamos a ocuparnos en este artículo.

“MY GIRL” BAJO EL MICROSCOPIO

La nueva creación de Berjuán se presenta en cuatro modelos diferentes, que combinan distintos rasgos en un mismo molde.

Se trata de una obra de escultor con rasgos muy dulces, que representa a una niña de entre ocho y diez años, con ojos expresivos y grandes, nariz pequeñita y boca de labios curvilíneos.

El cuerpo también es aniñado. No es un toddler, ni mucho menos, pero tampoco representa a una adolescente. Está muy en la línea vintage, por la delicadeza de sus rasgos, pero con un toque decididamente moderno. Es realmente una combinación en su punto justo, para dar vida a una muñeca con una gran personalidad. Muy típico de Berjuán, desde luego.

My Girl ofrece, como decíamos, cuatro versiones:

Hay dos muñecas de pelo castaño, si bien una presenta un peinado de trenzas y tiene los ojos azul agua, mientras la otra tiene unos bonitos iris color avellana y una melena suelta que cae sobre sus hombros en delicadas ondas. Los conjuntos de estas dos niñas morenitas también tienen un estilo muy diferente entre sí. Mientras que la muñeca con trenzas luce un look desenfadado, que combina bombachos cortos, leotardos, rayas y accesorios contrastados, la otra lleva un vestido romántico, que integra suavemente rosas y grises de una manera armoniosa y elegante.

La tercera muñeca tiene una preciosa melena rubio ceniza, con un semi recogido a ambos lados y raya central, de la que escapa un bonito flequillo (las cuatro lo llevan). Esta muñeca también presenta ojos color agua, y es la única de las cuatro que no tiene pecas. Su atuendo es un look mixto de falda de vuelo con corte redondo, en un tejido que combina el rosa y el negro. Lleva camiseta gris y calcetines a juego, y un gracioso abrigo de pelito fur en rosa ceniza. El punto atrevido lo aportan sus botas de charol negro. El atuendo resultante es el de una especie de princesa rebelde.

La cuarta y última muñeca de esta nueva línea es una pelirroja rabiosamente bonita, con unos ojos verde arce que contrastan y armonizan a un tiempo con su pelo de fuego. Tiene la cara salpicada de pecas, y luce un conjunto que combina rosas, grises y negros: vestido de minifalda con volantes en un fondo gris del que surgen estampados muy alegres, destacados por su contraposición con unos leotardos negros de los que emergen, finalmente, unos zapatos rosa. Remata el conjunto un bonito gorro de punto en tonos violeta que resalta su cabello.

Definitivamente los diseñadores han pensado hasta en el último detalle.

No cabe la menor duda de que es un cóctel muy estudiado; Berjuán ofrece así la posibilidad de elegir el estilo deseado con un mismo molde de carita. Con sólo cuatro modelos, hay My Girl para todos los gustos.

Y es que, lo que está hecho con mimo, se nota.

Detrás de la creación de una muñeca hay muchas manos, muchas mentes, muchas horas de trabajo.

También hay mucha ilusión, investigación y esmero.

Algo de lo que pueden presumir en Onil.

C. Chulián

** SORTEO **

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1.- ¿Cuántas de las cuatro My Girl tienen los ojos color avellana?

2.- ¿Cuál de las cuatro My Girl parece una princesa rebelde?

3.- ¿Cuál es tu My Girl favorita, la que escogerías si te tocase el sorteo?

¡Suerte, y no olvides compartir de manera pública en tu muro de Facebook!

*Los comentarios que sean copia y pega de otros usuarios, no podrán optar al premio en caso de salir agraciados. Tampoco lo harán quienes no compartan públicamente este artículo en el muro de Facebook. La participación en este sorteo implica la aceptación de sus bases. Suerte.  

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Corría el año 1942. Era el Madrid de la posguerra, de los inevitables nuevos comienzos que siguen a toda campaña bélica, y la ciudad se recuperaba, lentamente, en cuerpo y espíritu.

En este escenario, surge La Casa de las Muñecas, un establecimiento situado en la Gran Vía, y desde cuyo enorme escaparate comenzaron a asomar muñecas de ojos curiosos, peluches color pastel e inquilinos de casas en miniatura.

En aquellos primeros días las muñecas se hacían por encargo, de manera totalmente artesanal, con una calidad y un mimo que, poco a poco, fueron convirtiendo a la tienda en un referente de Gran Vía, parada inevitable de miradas que se asomaban a través del cristal a un mundo mágico.

Setenta y cinco años después, esta firma emblemática es de las pocas que puede presumir de seguir en la brecha, aunque muchas cosas han cambiado desde entonces, claro.

Kaori (Así)

Aquella primera actividad de muñecas por encargo daría paso, en 1965, a la creación propia, a la realización de muñecos originales de la diseñadora Ángela Simón, quien ha dado vida desde entonces a numerosas caritas de niños y bebés que hacen las delicias tanto de niños como de coleccionistas adultos.

En la actualidad, la empresa tiene su propia fábrica en Onil, así como tiendas en distintas capitales españolas. Naturalmente, y como corresponde a la era de Internet, pueden adquirirse online, lo que ha facilitado que estas obras de auténtica artesanía sean accesibles a clientes de todo el mundo.

Leo (Así)

A día de hoy, Así dispone de 19 tipos de muñecas, aunque han llegado a tener en catálogo hasta una treintena. Tienen muñecas de todos los tamaños, desde el pequeño Gugú, una creación de 25 centímetros, hasta las impresionantes Pepas, que miden 57.

Celia (Así)

También fabrican reborns, además de una serie limitada de estos muñecos que son, mitad proceso industrial, mitad proceso artesanal.

Realizadas en vinilo, la línea de estas muñecas se mantiene fiel al espíritu que vio nacer a la firma, siguiendo un compromiso de calidad adquirido con sus clientes y consigo mismos.

Además, la marca tiene presencia empresarial en países como Rusia, Bélgica, Alemania, Portugal, Francia o Italia.

Las muñecas de Así son de producción nacional de principio a fin, sin externalización de clase alguna, algo difícil de hallar en estos tiempos de producción china. Sin duda, un tesoro a conservar por parte de todos los que amamos el mundo muñeca, y que buscamos la originalidad, el diseño y la calidad por encima de todo.

Así es, sin duda, un bastión singular dentro del sector; muñecas como las de antes hechas para niños de ahora, niños de entre 3 y 109 años y que tenemos la suerte de contar con una marca que no se pliega, 75 años después, a las exigencias de la producción masificada, deslocalizada y, sobre todo, desprovista de la calidad que sólo puede nacer del trabajo hecho con ilusión.

Bien por Así.

Zenda B. Austen

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