UN AÑO – LA EDAD DEL DESCUBRIMIENTO

Hitos del juego durante este año.

  • Apilar ladrillos o vasos de plástico.
  • Hablar con muñecas, animales de peluche o marionetas.
  • Rellenar recipientes y volver a vaciarlos.
  • Imitar la conducta adulta.
  • Clasificar los juguetes por su forma.
  • Identificar juguetes de niño y niña.
  • Caminar arrastrando un juguete.

La edad del descubrimiento

Para muchos padres, las semanas que siguen al primer pastel de cumpleaños son tan milagrosas como los primeros días después del nacimiento. Ya sabían que su bebé tenía una gran personalidad, pero de repente, muestra una faceta completamente distinta. De hecho la transformación de bebé a persona en miniatura quita el aliento: Y se  preguntan ¿Quién es este niño tan asombroso?

Por supuesto, la gran noticia de este año es que su pequeño milagro dará sus primeros pasos. Esta nueva visión del mundo, desde las alturas, combinada con su mayor capacidad física y su curiosidad natural, implica que ya no se contenta con limitarse a mirar objetos. Avanza, literalmente, hacia una fase del juego exploratorio que abre un emocionante abanico de juguetes nuevos.

Gracias a su mayor capacidad de motricidad fina, cuatro tipos de juegos empezarán a captar su atención, tanto si vive en la selva amazónica como en el centro de una gran ciudad.

Querrá apilar objetos, como ladrillos, meter cosas dentro de otras, como vasos de plástico, llenar y vaciar objetos, como recipientes de agua y manipular objetos pequeños.

Su cerebro también trabaja a marchas forzadas. hacia los 12 meses, su hijo alcanzará un hito monumental: se dará cuenta de que es una persona distinta a papá o mamá. Hacia los 17 meses se reconocerá en el espejo, utilizará su nombre y hasta se señalará en las fotos de la familia. Los juegos como “¿donde esta María?” suelen ser un gran éxito.

Por emocionante que resulte esta nueva autonomía, también le asusta un poco, por lo que la ansiedad de separación y la ansiedad ante desconocidos suelen alcanzar su punto máximo hacia los 15 meses de edad. En esta etapa, aproximadamente el 60% de los niños se aferran al juguete más importante para ellos, que se convierte en un objeto de seguridad. Tanto si es un muñeco, como una manita o un osito, los consuela cuando tienen miedo o cuando hacen la transición de la vigilia al sueño.

“¡Ejerzo un impacto sobre el mundo!”

Ahora, el bebé entiende el concepto de causa y efecto y por eso golpea la taza en la mesa una y otra vez (y otra). Dominar estos conceptos requiere y mejora otra habilidad de reciente aparición: la memoria. Hacia los 18 meses, podrá recordar donde va el triángulo en el juego de las formas y ya no necesitará probar todas las esquinas. Y esto es la memoria a largo plazo. Los investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que, entre los 21 y los 28 meses, los niños podían recordar una secuencia de eventos presenciada 4 meses antes.

También está muy ocupado con la ampliación de su vocabulario. Diga lo que diga, tanto si es “Abajo” o “Mio” o el cada vez más popular “No”, es muy probable que lo repita con una convicción nueva. E incluso si no utiliza un gran número de palabras nuevas, la comprensión mejora muchísimo.

Uno de los principales hitos cognitivos en esta etapa es la capacidad de imitar a los adultos, por ejemplo hablando por teléfono y la de utilizar la imaginación de un modo muy distinto. Entiende que algo simbólico (una muñeca) representa algo real (un bebé). En algún momento, entre los 18 y los 21 meses, el niño que antes sólo utilizaba la muñeca para golpear las barras de la cuna, ahora la alimenta con galletas de juguete y le da besos de buenas noches.

 

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