VEHÍCULOS INFANTILES A BATERÍA: LO QUE DEBES SABER

 

Seguro que de pequeño querías tener uno. La ilusión de todo niño o niña era poseer el rey de los juguetes: un vehículo eléctrico. Considerados hace un par de décadas como un lujo, a día de hoy están al alcance de casi todos los bolsillos, gracias a la variedad de modelos del mercado.

Los coches básicos han dado paso a vehículos muy diversos, tales como quads, triciclos, trimotos, jeeps, tractores, dareways… El surtido es impresionante.

Muchos papás y mamás se plantean la posibilidad de adquirir una de estas pequeñas réplicas de vehículos, de cara a las fiestas navideñas.

La amplia gama que existe hoy en día en el mercado permite elegir a nuestro gusto, si bien la duda que se plantea es la idoneidad de cada modelo según la edad del niño, y esa es una cuestión mucho más importante que la meramente estética.

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA A LA HORA DE ELEGIR UN VEHÍCULO ELÉCTRICO PARA NIÑOS?

1.- A cada edad, su juguete.

Lo primero de todo, y tal y como apuntábamos antes, es considerar la edad del pequeño al que va destinado el juguete.

En ese sentido, y a pesar de que existen vehículos para todas las edades, lo más conveniente es no facilitar un vehículo eléctrico a un niño menor de dos o tres años. Para esos pequeñines, lo mejor es una iniciación con correpasillos primero, y con triciclos y bicicletas de pedales después. A partir de esa edad, ya podemos elegir un vehículo a batería para los peques.

2.- Conduce, pero seguro.

Una vez que hemos seleccionado el tipo de vehículo adecuado a la edad del pequeño, lo siguiente que debemos considerar es la seguridad.

Por muy tentador que pueda resultar comprar lo más barato, no hay que olvidar que se trata del bienestar de los más frágiles de la casa, de manera que hay que optar siempre por juguetes homologados, que cumplan la normativa europea. Deberemos elegir tiendas de confianza, que distribuyan marcas solventes, y sobre todo, evitar los bazares multiprecios con copias baratas.

3.- Informarse antes de comprar.

Es importante conocer las prestaciones de cada modelo; cuánto tarda en cargarse la batería, cuánto dura ésta, etc.

Otra cuestión a tener en cuenta en este sentido es la velocidad que alcanza cada vehículo, así como su potencia. Para los más pequeñitos, lo mejor es escoger un vehículo que no supere los dos kilómetros por hora.

En cualquier caso, la supervisión de un adulto es necesaria, como con cualquier tipo de juguete y juego, y más al aire libre, donde se interactúa con otras personas. Además… ¿quién descuida la vigilancia de un niño en un parque o plaza?

4.- Ahora sí: la cuestión estética.

Los niños suelen tener muy claro lo que quieren, y en ese sentido, lo mejor es evitar decidir por ellos, cayendo de paso en los tópicos.

Aunque hay divertidos modelos con motivos de Disney, por ejemplo, o de princesas, tal vez a la pequeña de la casa no le guste la idea de tener una moto de color rosa. Si lo que ha pedido a los Reyes es una moto de policía, o un tractor con remolque, lo mejor es no caer en la tentación de buscar lo “socialmente aceptado”. Se trata de su juego, de su libertad y de sus sueños.

En cualquier caso, la gama nos va a permitir elegir motos con temática de superhéroes, tales como Spiderman o los Vengadores, coches deportivos de dos plazas, para jugar con los hermanos o amigos, o incluso camiones de bomberos.

Las opciones son muchas, y hay una para cada niño. Mientras observemos las normas de seguridad y supervisemos su juego, lo único que debe preocuparnos es que se diviertan y sean felices.

 

 

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