Consejos para acostar al bebé

consejos-acostar-al-bebe-2Cuando eres madre por primera vez, y mientras estás esos primeros días en el sanatorio, te sientes segura y contenida, rodeada de médicos y enfermeras, que acuden ante la mínima duda que tienes acerca del cuidado de tu pequeño. Pero esa sensación de seguridad tiende a desaparecer, ni bien traspasas la puerta del sanatorio rumbo a tu hogar, donde te espera ese gran desafío que se llama «ser madre».

Aún recuerdo, cuando salí de la clínica con mi primera hija en brazos, y mientras iba en el auto que conducía mi marido, no dejaba de mirarla y de preguntarme » Y ahora, ¿qué?», «¿Me daré cuenta por qué llora? ¿Qué necesita?». Sobre todo, mis mayores temores aparecían en el momento de acostarla, porque me invadían las dudas acerca de cómo acomodarla en el moisés.

Recuerdo haberme acercado sigilosamente, cada cinco minutos los primeros días, para constatar si respiraba, y cuando lo hacía y la tranquilidad volvía a mi alma, me quedaba observándola, disfrutando verla dormir plácidamente, capturando esas sonrisitas bellas y dulces, que hacen los bebés cuando duermen, soñando vaya a saber uno con qué nubes de algodón.

Por eso, hoy te acerco algunas ideas tranquilizadoras para que el momento de acostar a tu bebé se convierta en un momento de gozo y serenidad.

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Lo que debes tener en cuenta al momento de acostar a tu bebé

Ese pequeño ser que ha llegado a tu vida para ponerla, felizmente, de cabeza, necesitará que estés atenta a algunas cosas, principalmente porque ellos no pueden controlar las situaciones que pueden darse mientras están durmiendo, evitando de esta manera situaciones peligrosas, como puede ser la asfixia o los golpes con los costados de la cuna.

Para reducir el riesgo tan temido del síndrome de muerte súbita, acuesta a tu bebé con la espalda apoyada en el colchón de la cuna. Evita ponerlo de costado o boca abajo; su cabecita y su cara deben estar al descubierto; cubre con las sábanas sólo hasta los hombros de tu bebé.

Los especialistas recomiendan que los bebés duerman en su propia cuna, pero en la misma habitación de sus padres, por lo menos durante los primeros seis meses, y en lo posible, evitar el uso de almohadas. Es preferible que el bebé duerma abrigado en época invernal a que lo cubras con varias mantas o frazadas.

Evita colocarle juguetes o peluches en la cuna, por lo menos hasta que tu pequeño cumpla un año; y si tienes una mascota, evita que se suba a la cuna del bebé, incluso en los momentos en los que el pequeño no se halle en ella.

Sólo te resta recurrir a la tradición oral de tu madre, para que te enseñe algunas canciones de cuna para dormir a tu bebé, y grabar en tu memoria esa imagen de tu pequeño, tal vez sonriendo, tal vez chupándose su dedito, mientras sueña y sueña sin saber que para ti él ya es un sueño cumplido.

Vía: Entrepadres

 

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