Enuresis: niños que mojan la cama

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El control de la vejiga se adquiere gradualmente por una combinación de madurez fisiológica y aprendizaje. Durante los primeros dos años, la vejiga se vacía por un reflejo cada vez que está llena. La mayoría de los niños aprenden a controlar la orina durante el día, salvo accidentes ocasionales, para la edad de dos años, y aprenden a no mojar la cama a lo largo del año o los dos años siguientes. Hacia los cuatro años, la mayoría de los pequeños pueden pasar toda la noche sin orinar. Alrededor de un diez por ciento de los niños aún mojan la cama a los cinco años, y más o menos un cinco por ciento sigue haciéndolo a los diez años.

El hecho de mojar la cama después de los cinco años se conoce con el nombre de Enuresis nocturna. La enuresis es más común en los niños que en las niñas, y a veces se trata de un problema hereditario. Muchas veces no se sabe por qué un niño determinado no es capaz de adquirir control sobre el vaciado de la vejiga. Solamente en ciertos casos existe un problema físico subyacente, como una infección de las vías urinarias, pero en la mayoría de los casos no se trata de un problema fisiológico, sino más bien emocional.

Los acontecimientos que influyen sobre el niño como una mudanza, el nacimiento de un hermanito o la separación de la familia, cuando tienen lugar en el momento en que el pequeño debería estar aprendiendo a no mojar la cama (alrededor de los tres años), pueden inhibir el aprendizaje de este control. Si no se adquiere en el momento adecuado, resulta mucho más difícil de aprender más adelante, aunque el acontecimiento que ha provocado la situación se haya resuelto.

Algunos niños que son emocionalmente inseguros o inquietos pueden también tener dificultades para aprender a no mojar la cama. Para algunos, el miedo a hacerlo puede originar un círculo vicioso al impedirles aprender  a controlarse.

Sea cual sea la causa de la enuresis, lo efectos se ven inmediatamente. El niño se avergüenza del problema, aunque es posible que intente aparentar que no le preocupa. Para los padres la persistencia de los síntomas es motivo de inquietud, pero el aprendizaje debe basarse en el apoyo y el estímulo: si se muestran enfadados con el pequeño, sólo lograrán empeorar el problema.

Ayuda contra la enuresis

Hay familias que nunca acuden al médico para que les aconseje, sobre este problema, pero si persiste más allá de los cinco o seis años, no dude en consultar con el suyo. El médico querrá saber todos los detalles sobre el problema, incluso la frecuencia con que sucede, la edad a la que el pequeño aprendió a controlarse durante el día, y si existen o no otros problemas médicos o sociales. También querrá saber si la familia ya está intentando ayudar al pequeño, como restringiendo la cantidad de bebida por la tarde o despertando al niño por la noche para que orine. El médico reconocerá al pequeño y posiblemente solicite un análisis de sangre con el fin de descubrir s el problema se debe a una infección.

El objetivo del tratamiento de la enuresis es ayudar al pequeño a controlar la vejiga durante la noche. los sistemas más utilizados son las tablas de estrellitas y las alarmas. Las tablas de estrellitas son un medio de que el pequeño se responsabilice en parte y sea consciente del problema. Cada mañana debe indicar en la tabla si ha mojado la cama o no durante la noche. Cuando no lo ha hecho, puede pegar una estrellita en el día correspondiente. Es importante que sea el propio niño el que lleve la tabla, y periódicamente debe enseñársela al médico para que vea el progreso. Por este sencillo método, muchos niños aprenden a controlarse en un par de meses, al llevar el problema fuera del ámbito familiar. La alarma consiste en un dispositivo sonoro que se activa cuando el pequeño moja la cama. Siempre que el sonido despierte al niño, éste dejará de mojar la cama a los pocos días o semanas. La propia alarma esta formada por una pila y un zumbador conectado a dos telas metálicas o láminas perforadas que se ponen en la cama. Estas láminas van separadas por una sábana seca que evita que estén en contacto. Cuando la orina moja la sábana, se cierra el círculo y la alarma suena.

Foto: Flickr

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