(Español) JUGANDO EN LA NIEVE: ¿SON SEGUROS LOS TRINEOS?

JUGANDO EN LA NIEVE: ¿SON SEGUROS LOS TRINEOS?

Enero es el mes de las primeras nieves, esas tan esperadas por los amantes del esquí, las escapadas románticas y las cabañas con encanto.
La temporada dura entre tres y cuatro meses, y los amantes de los paisajes blancos aprovechan la ocasión para deleitarse con los muchos placeres que la estación ofrece: paisajes idílicos, salidas a la naturaleza y, por supuesto, visitas a las estaciones de esquí.
En cualquier caso, no se necesita de un gran presupuesto, ni tampoco de desplazarse hasta los grandes resorts, para disfrutar de las bondades de la nieve. En muchas capitales españolas, así como en pueblos y aldeas, la dama del invierno es visitante habitual, y tanto grandes como pequeños saben cómo sacarle partido.
En sitios como Ávila, por ejemplo, suelen producirse nevadas en el mismo corazón de la capital, para regocijo de sus habitantes. El fenómeno natural de la nieve, con todos sus inconvenientes, suele festejarse con entusiasmo. Los niños -y los que saben ser como ellos- sienten fascinación por ella, y se emplean a fondo, con los primeros copos, en hacer muñecos, rodar por la blanca superficie y lanzarse bolas unos a otros.
Pero, sin duda, lo que más gusta a todos es deslizarse ladera abajo.
La pasada temporada nos dejó preciosas imágenes de ciudades cuajadas de nieve, y se espera lo mismo para este año. Ciudades y pueblos volverán a vestirse de blanco, y surgirán de todas partes los pequeños duendecillos deslizándose en trineos de colores.
Y es que, lo que antaño fuera juguete de privilegiados, ahora está al alcance de casi todos.
TIPOS DE TRINEO
Los primeros trineos fueron de madera, y aún siguen fabricándose en este material. Sin embargo, en las últimas décadas se han popularizado los trineos de PVC, por ser resistentes, ligeros de cargar, económicos y muy manejables. Además, los diseños se han visto favorecidos con la llegada de este material, que admite más variantes que en el caso de la madera, y son más aerodinámicos.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un trineo?
En primer lugar, hay que pensar en la edad de la persona que va a usar el trineo. La mayoría están pensados para niños mayores de tres años, pero en cualquier caso, nunca se debe dejar jugar al niño sin supervisión. Aunque el lugar sea seguro, y la pendiente no muy pronunciada, siempre hay que tener en cuenta que hay más niños jugando, y podrían colisionar o hacerse daño unos a otros.
Los trineos pueden tener o no manillar de moto o volante. Estos ayudan a virar ligeramente, aunque hay que tener en cuenta que en ningún caso funcionan como un automóvil o una moto; la nieve no es precisamente la mejor superficie para controlar la dirección de un vehículo, y menos de esta naturaleza.
Lo mismo ocurre con los frenos; muchos trineos modernos los incorporan, pero si tenemos en cuenta que hasta un todoterreno con frenos potentes puede deslizarse en la nieve, haremos bien en considerar que los frenos de un trineo de juguetes proporcionan, si acaso, un pequeño control en la bajada, pero poco más.
Los beneficios de este juego son numerosos; favorece la actividad al aire libre, lejos de consolas y tablets, propicia la interacción con otros niños, y además se hace bastante ejercicio. No hay que olvidar que, después de la rápida bajada, hay que subir de nuevo la cuesta, por lo que, motivados por la ilusión de volver a experimentar el deslizamiento, los niños subirán una y otra vez sin desánimo alguno.
En este sentido, es bueno recordar que, cuanto menos pese el trineo, mejor, y por ello son recomendables los de plástico.
Importante señalar que no todos los trineos están homologados. Hay que intentar evitar los bazares multiprecios con copias baratas, pues los trineos podrían astillarse en mitad de la bajada, o tener rebabas de plástico que, en mitad del deslizamiento, o ante alguna caída, podrían ocasionar heridas de consideración.
Además, esos trineos baratos tienen menos densidad, -a menos PVC, más baratos- y no soportan el peso adecuadamente.
En definitiva, siempre y cuando compremos con una calidad determinada, consideremos la edad de cada pequeño, y sometamos el juego a la supervisión de un adulto, la diversión con los trineos está garantizada.
¡A jugar!

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