Alcohol en el embarazo: ni una gota

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Se dicen muchas cosas acerca del verdadero perjuicio que provoca el alcohol en el embarazo. “Total una copita, no pasa nada”, “Es peor la ansiedad que una copa”. Pues no, lo mejor es ni una gota de alcohol. El consumo, aunque sea moderado, puede provocar daños irreversibles en el feto.

En el Reino Unido se mantenían las directrices gubernamentales que recomendaban a las embarazadas un máximo de dos copas por semana, pero ahora los especialistas quieren cambiar las recomendaciones pues consideran que “el alcohol puede causar más daños al feto que fumar tabaco o incluso marihuana”.

De 730.000 nacimientos que se producen al año en Inglaterra, un 1 por ciento sufre problemas de comportamiento o de desarrollo debido a la exposición al alcohol. Esto son nada menos que más de 7 mil niños afectados cada año.

Un consultor, que tampoco es que haya dado en el clavo con la frase, ya que el tabaco y la marihuana también pueden producir problemas en el bebé, especialmente bajo peso, dijo que “si las mujeres deben tener un mal hábito durante el embarazo, sería más seguro fumar tabaco o cannabis que beber alcohol”.

Lo cierto es que cada organismo es diferente, y lo que en una mujer embarazada puede que no haga nada, en otra puede tener graves consecuencias. No se sabe a ciencia cierta la cantidad que puede afectar al bebé, aunque parezca que no, incluso un consumo moderado de alcohol en el embarazo puede afectar al bebé.

Neil Aiton, pediatra de los hospitales universitarios de Brighton y Sussex, señala que el alcohol causa daños psicológicos y neurológicos a largo plazo en el sistema nervioso. El consumo de alcohol en el embarazo es la segunda causa de trastorno mental, también está relacionado con malformaciones, retraso del crecimiento, bajo peso, problemas de comportamiento, y en consumos importantes durante el embarazo bebés que nacen con síndrome alcohólico fetal.

Aún así, es incomprensible que entre el 20 y el 45% de las embarazadas consuma alcoholcuando la prevención es sencilla: dejar de beber.

Vía | Bebesymas
Foto | philosophygeek en Flickr CC

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