Cuidado con los disfraces de Halloween

Cuidado con los disfraces de Halloween

Un grupo de niños, en un concurso de disfraces de Halloween, en Dénia. / José Iglesias

Las fiestas infantiles de Halloween, y también las de adultos, cada vez cuentan con más aceptación en la Comunitat y el resto del país, por lo que el sector de los disfraces vive estas semanas uno de sus momentos más álgidos del año. Sin embargo, la necesidad de ofrecer los precios más competitivos posible lleva a algunos establecimientos a no ofrecer todas las garantías.

Sabedores de esta situación, desde la Unión de Consumidores (UCE) han querido realizar una serie de recomendaciones y advertencias a tener en cuenta a la hora de conseguir la mejor indumentaria para celebrar la noche de los difuntos. Los disfraces, según la entidad, siempre deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, el número de registro industrial, en el caso de prendas fabricadas en España, y la composición del producto.

En el etiquetado de los disfraces para niños deberá figurar la marca CE, además de aportar información como la edad recomendada, las advertencias de utilización y los datos de identificación del fabricante o el responsable del producto. Asimismo, el etiquetado debe estar escrito en español.

En el caso de los complementos, hay que prestar especial atención a las máscaras. Éstas deben disponer de orificios suficientemente grandes para que garanticen la correcta ventilación, y evitar así la asfixia. En cuanto a las pelucas, «debemos cuidar que estén elaboradas con materiales resistentes al fuego, como el nailon o el poliéster», indicaron desde la plataforma de consumidores.

Con el maquillaje también se debe extremar la precaución ante el riesgo de que estos productos no hayan sido sometidos a los controles dermatológicos adecuados, por lo que podrían originar reacciones alérgicas. «Normalmente, su etiquetado no suele reflejar la composición y, en muchos casos, estas pinturas pueden contener plomo, una sustancia perjudicial para la piel y la salud», alertaron desde la UCE.

En resumen, desde la asociación aconsejan «prestar especial atención cuando se acuda a bazares o las conocidas como tiendas de bajo precio, ya que los productos que se venden en estos lugares reiteran los incumplimientos de la normativa», por lo que, según la entidad, «es recomendable pagar un poco más y obtener la garantía de calidad que ofrece un establecimiento especializado».

Por último, la Unión de Consumidores recomienda que, ante la variedad de precios y calidades existentes, se compare y elija un producto observando la relación calidad-precio y, sobre todo, que garantice la normativa mínima de seguridad descartando y denunciando posibles irregularidades al respecto.

Además, recuerda que los disfraces destinados a menores de 14 años se consideran juguetes y, por lo tanto, tienen que cumplir la normativa del sector. «En su etiquetado deberá indicarse la marca CE, que nos garantiza que los tejidos tienen un tiempo más lento de combustión.

Además debe indicarse la edad recomendada, especialmente si son destinados a menores de tres años, y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto», añadieron.

Visita al cementerio

Pero el arraigo de esta festividad, la de Todos los Santos, se da en la demanda de flores para decorar los cementerios. Sobre ello, desde la entidad aseguran que es «conveniente que los consumidores acudan a establecimientos de confianza y comparen los precios entre los establecimientos, que varían en función de las clases, pero también del formato: unidades, ramos de una sola clase, ramos mixtos o coronas».

En el caso de que además de comprar las flores se contrate el arreglo de las jardineras, desde la UCE recomiendan solicitar presupuesto previo. «Un establecimiento profesional tendrá en cuenta la altura o ubicación del nicho y la decoración de la lápida (inscripciones, foto, e imágenes), ya que estas características influirán en el arreglo de la jardinera», apuntaron.

«Los consumidores deben comprobar en el establecimiento que la parte de los tallos de las flores sumergidos en agua, estén limpios y cortados oblicuamente; el agua del cubo limpia y que la flor, cáliz y corola, esté dura, como garantía de que son flores realmente frescas», advirtieron.

Vía: lasprovincias.es

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