La Caja y la Peonza Musical de Esemebe
Breve historia de la Caja de Música
Esta historia comienza en 1796 cuando un relojero suizo llamado Antoine Favre tuvo la genial idea de integrar un mecanismo musical en los relojes. Este fue el principio de lo que luego se llamaría Caja de Música.
Al principio la invención de Antoine Favre no se basaba en un peine cuyas cuchillas se ponían en vibración cuando se levantaban por pasadores, cómo las clásicas cajas de música, sino que la idea del relojero era fabricar un mecanismo musical sobre un disco plano cuyas puntas tenían placas que sonaban al ser rozadas.
En esta época, la fabricación de las cajas de música era del todo artesanal. Hacia 1820 se tuvo la idea de sustituir a las placas segmentadas por un peine o teclado hace de uno sólo que tiene con el fin de aumentar la resonancia, pero la mejora más importante fue con la aparición de los apagadores, hechos en un comienzo con plumas de pollo. Los apagadores tenían la función de limitar las vibraciones parásitas de las placas.
Sobre 1875, Charles Paillard, los hermanos Nicole y muchos otros fabricantes suizos comenzaron a fabricar cajas de música de forma industrial. Los métodos cambiaron y los milagros de la industrialización permitieron inventar máquinas capaces de reproducir los cilindros en enorme número y a costes reducidos.
Las otras innovaciones tenían por objetivo acentuar el ritmo de las melodías y volver las cajas de música “más ricos” desde el punto de vista del vuelto sonoras. Por ello los tambores y los carillones hicieron su aparición. Los martillos de las campanas casaron la forma de animales de metal como mariposas, abejas y otros pájaros. Así como las peonzas giratorias musicales.
Hoy en honor de este magnífico invento que aportó el sonido a los juguetes vamos a hacer un repaso a las novedades de juguetes giratorios que Esemebe nos presenta esta temporada.
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