¿SABÍAS QUE..

los niños romanos ya jugaban con muñecas?

En realidad el origen de las muñecas es incierto, ya que se hunde en lo más profundo de la historia. Sabemos, por ejemplo, que existían en las culturas prehistóricas pero resulta imposible determinar cuándo comenzó a fabricarse este juguete, que ha conseguido mantenerse entre los más populares en todas las épocas.

Realizadas en distintos materiales, tanto su morfología como su elaboración fue variando al mismo tiempo que la evolución cultural de la propia humanidad. Así, se conoce la existencia de muñecas de madera ya desde la prehistoria.

En época romana las muñecas podían simbolizar también un estatus social y, cómo no, al igual que ahora iban vestidas según la moda del momento. Así, los niños pobres debían conformarse con piezas de tela (las más baratas), madera, hueso y barro mientras que las de marfil, ámbar y otros materiales preciosos se reservaban a los infantes de las clases más pudientes.

En España son conocidas las muñecas romanas de Ontur, encontradas en una necrópolis paleocristiana de época tardía en la localidad homónima, situada en la provincia de Albacete. Se trata de cinco figuras, cuatro de ellas realizadas en marfil y una en ámbar que, sin duda, pertenecieron a una adinerada familia.

Al contrario de lo que se puede pensar, las muñecas de la Antigüedad ya contaban con sofisticaciones muy variadas, como miembros articulados, pelo, maquillaje, ropa y complementos. No obstante, fue en la Edad Moderna cuando comenzaron a fabricarse las primeras muñecas de corte actual. Elaboradas en porcelana, nacieron como muñecas para la aristocracia y se convirtieron en la imagen de su época, con sus elaborados vestidos, sus tocados, sus sombreros y sus maquillados rostros.

Era habitual, también, que las personas menos acomodadas adquiriesen solamente la cabeza, realizada en porcelana o cera para, posteriormente, construir ellos mismos en sus casas el resto del cuerpo, lo que constituía un importante ahorro.

La primera gran revolución se produjo en los años 60 del siglo XIX, cuando la invención del celuloide, material plástico realizado a partir de nitrato de celulosa, permitió unas muñecas más baratas y detalladas, ya que los fabricantes podían ahora moldear con mucho más detalle y a un costo mucho menor.

A esta transformación siguió la expansión del plástico a mediados del siglo XX, en la que fue la segunda gran revolución del sector, que logró abaratar aún más el producto y darle distintos acabados muy resistentes, detallados y variados.A este período pertenecen algunas de las joyas de la corona del mundo de la muñeca, como Mariquita Pérez, el gran clásico de la muñeca española, que nació en la década de los cuarenta causando un gran furor en todo el país debido a la cantidad de prendas de vestir y complementos que podía usar y que se ha convertido en un preciado objeto de coleccionismo.

También encontramos en este apartado a las muñecas Barbie, sin duda las más vendidas y populares de todo el mundo. Nacidas en 1959, simbolizaron los nuevos valores estéticos de una  época, la actual, a la que las muñecas han sabido adaptarse de manera brillante, consiguiendo, pese a su larga historia, mostrarse como uno de los juguetes más populares.