Tu hijo puede convertirse en una estrella de la canción de la noche a la mañana. Bueno, o casi.

SE NECESITA: Una grabadora.
OPCIONAL: Papel y lápiz o bolígrafo.

Siéntate con tu hijo y pídele que haga una lista con sus canciones favoritas (5 ó 6). Si lo crees necesario y apropiado, puedes ayudarle a escribir palabras (obviamente, si tu hijo tiene 3 años, se sabe de memoria “cumpleaños feliz” y no sabe leer ni escribir, no debes preocuparte demasiado por esta faceta).

A continuación, saca la grabadora y comienza las sesiones de grabación. Si te apetece, tú y otros miembros de la familia podéis colaborar con algún acompañamiento musical improvisado, utilizando envases, cucharas de madera, cazos o cualquier cosa que haga ruido. No te preocupes mucho si no se lleva bien el ritmo; lo que cuenta es la intención.

Siguiente paso: ¡Playback! A la mayor parte de los niños les encanta oír sus propias voces, y a los tuyos probablemente también.

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