Esta Navidad pasada, Papa Noel trajo un MELODY COACH a mi hija de 8 años. De entre toda la marabunta de regalos de Reyes Magos y  Navidad, este juguete fue uno más de esos que pasaron sin pena ni gloria. Un poco de atención como novedad y pronto al cajón de los juguetes.

Sin embargo, el juguete no cayo en el olvido. Todo lo contrario, el juguete  ha pasado a ser un instrumento de relax y diversión muy eficaz, para la niña y también para su hermano mayor.

En concreto les encanta elegir una melodía y aprendérsela  tocándola con cualquiera de las opciones de instrumentos que MELODY COACH ofrece, el piano, el violín, la flauta o el piano.

Esta pequeña afición ha generado una inquietud musical realmente interesante. Aprender DULCE NAVIDAD, LA CUCARACHA o CAN CAN, ha sido origen de conversaciones sobre la importancia de la practica para poder interpretar correctamente las melodías (Esfuerzo) o de la ilusión de poder tocarlas con otros instrumentos.

De hecho y como premio al interés y la perseverancia de los chicos hemos comprado un órgano electrónico de segunda mano (50€) para que pasen a desarrollar las mismas melodías y para comprender el uso de los distintos instrumentos, los tiempos y los ritmos.

Es aqui cuando nos hemos dado cuenta que MELODY COACH es muy similar, en concepto, al órgano electrónico.

Lógicamente MELODY COACH es un juguete para niños, pero también sirve para con relativa facilidad, iniciarse en la música de forma sencilla y comprender los conceptos más básicos del solfeo, el tiempo, los instrumentos  y la importancia de la practica.

En la web de HOGUEIT nos imprimimos las partituras de muchas melodías y canciones clásicas, que ahora intentamos tocar en el órgano electrónico.

Ya os contaremos si esto avanza más o no. De momento esto esta resultando interesante.